''Estoy siempre contigo. Adonde quiera que vayas, yo estoy antes allí.''
EN LAS HORAS DE MEDITACIÓN
Capítulo V, por F. J. Alexander
La Voz del Gurú, que es Dios, habla:
“¡Oye! Estoy siempre contigo. Adonde quiera que vayas, yo estoy antes allí.
Vivo para ti. Te hago entrega del fruto de mi realización. Eres el tesoro de mi
corazón, la niña de mis ojos. Somos uno en Dios. Nuestro quehacer es la
realización. Hasta tal punto siento mi unidad contigo, que no temo arrojarte
al desierto del mundo y a la selva de la duda. Es porque conozco la medida de
tus fuerzas. Te envío a recoger experiencia tras experiencia; pero siempre mi
ojo te sigue por doquiera vagues. ¿Pecas? Pues, pecas en presencia mía.
¿Efectúas acciones virtuosas? Las percibo todas. Conozco todos tus modos de
ser. Por medio de toda clase de experiencia y pensamiento, voy apretando los
lazos que nos unen. Nada me importa mi salvación a menos que tú participes de ella.
Tú eres el YO mío bajo otra forma. Cuanto más absorbes la visión que es mía,
tanto más y más crece esa unidad espiritual nuestra que es la Vida Divina.
Caen los velos de las distintas personalidades y tú eres mi propio YO, y mi
propio YO es tú. Tan estrechos son los lazos que nos atan. Ni la muerte, ni la
separación, pueden hacer presa en mi relación contigo. Aunque hayas nacido muy
lejos y aunque no hayas visto mi forma física, eres, sin embargo, mío propio.
No consiste el discipulado en haber visto mi forma, sino en haber comprendido
mi voluntad. Jamás podrás escapar a la red que he echado”.
“Busca cuál es mi voluntad. Sigue la enseñanza que el Maestro me ha dado y que
te he transmitido. Ve la misma visión mía. Entonces, te hallarás más en unidad
conmigo que si hubieras vivido próximo a los miles de cuerpos que han sido
míos. El discipulado consiste en una devoción inquebrantable a mi pensamiento
y a mi voluntad. Y existe un amor inconmensurable entre nosotros. Ve en paz.
Más duros que el diamante son los lazos que unen al Gurú y al discípulo. Son
más potentes que la muerte. Porque están anudados por el Amor Inconmensurable
y la Voluntad Divina y Omnipotente”.
"¡Om Tat Sat!"
¡Tat Tvam Asi!
¡Aham Brahmasmi!”
NOTA:
1 Gurú: instructor, guía espiritual.
2 Tat Tvam Asi! : Soy Eso (Brahman o Atman)
3 Aham Brahmasmi: Yo soy Brahmán.