martes, 26 de mayo de 2015

El despertar y la práctica de ser consciente de sí mismo por Atman Nityananda


El despertar y la práctica de ser consciente de sí mismo 
por Atman Nityananda
Cuando nos identificamos con lo que NO ES (objetos, cuerpo, etc.) y "olvidamos" lo que ES (nuestro verdadero Ser, conciencia pura) sufrimos de varias maneras. La separación y el sufrimiento psicológico tienen su origen en las identificaciones ilusorias creadas por el ego y el ´olvido´ de nuestro Ser verdadero, que su naturaleza es Existencia, Conciencia y Bienaventuranza eterna y absoluta. 
No nos podemos despertar a nuestra naturaleza verdadera y vivir plenamente en amor, paz y armonía, si estamos siempre identificados con los pensamientos, las emociones, las impresiones sensoriales, los objetos y el cuerpo físico. -Es un hecho que nos identificamos con el cuerpo y los pensamientos que el ego utiliza con el fin de llevarnos hacia los placeres sensuales
Ser consciente de mí mismo es esencial si queremos despertar a nuestro Ser verdadero que es Felicidad y Paz eterna. Ser consciente de mí mismo es la base de la espiritualidad y todo lo que hacemos y practicamos tiene que estar relacionado con esto.
El ´olvido´ de nuestro ser y la identificación con los pensamientos, los objetos, las emociones etc. suceden simultáneamente. Por lo tanto, si queremos ser conscientes de nosotros mismos tenemos que dejar de identificarnos con los objetos y las situaciones externas, los pensamientos, las emociones, los deseos, etc ..  Para establecernos en la auto-consciencia, es muy importante hacer prácticas como repetición de mantras, respiraciones conscientes, meditación y auto-indagación. 
Otra forma muy poderosa para evitar el ´olvido´ de nosotros mismos (es decir, permanecer conscientes de nuestro ser) es hacer una y otra vez las siguientes preguntas.

¿Soy, aquí y ahora, consciente de mí mismo?
¿Qué me impide ahora ser consciente de mí mismo?
¿A quién surge este pensamiento (o este deseo, este gusto o disgusto, esta emoción etc.?)
Cuando hacemos estas preguntas hace falta ser muy atentos y ver, sentir y notar claramente lo que sucede en nosotros. 
Si estamos en un estado de identificación este proceso nos ayudará a salir de esta identificación y a ser conscientes de sí mismo.

Recuerda que la interrupción de la identificación y el recuerdo de nuestro propio ser suceden al mismo tiempo. Porque los dos estados de conciencia, o sea ser conscientes de nosotros mismos y estar identificados no pueden ocurrir simultáneamente. No podemos ser conscientes de nosotros mismos y, al mismo tiempo, estar identificados.
Para no olvidarnos de ser conscientes de nosotros mismos tenemos que hacer las preguntas, antes mencionadas, una y otra vez. Es importante también que cada uno invente sus propias preguntas y pautas para lograr eso. Igual de importante es saber lo que es "ser consciente de mí mismo" (auto-consciente). Es muy sencillo, pero hace falta aclarar y profundizar en esto.
Aquí expresaré unas ideas fundamentales sobre el "ser consciente de mí mismo" que a continuación tú tienes que investigar, indagar y verificar una y otra vez para que lo captes bien. 
Ser consciente de mí mismo significa ser consciente de la sensación abstracta «yo soy» o «yo existo». Este sentido ("Yo existo" o "Yo soy") es abstracto, pero al mismo tiempo es muy familiar, ya que es lo que somos.
La cuestión es que el ego crea una identificación mutua entre la consciencia (que es nuestro Ser verdadero, el silencio interior) y el cuerpo físico. Esta identificación mutua nos hace percibir que esta sensación de «yo soy» o «yo existo» pertenece al cuerpo físico y por eso creemos que somos el cuerpo. A causa de esta identificación mutua nos sentimos «yo soy el cuerpo» o para decirlo mejor 'el cuerpo es yo´ y me llamo Juan, Elisa, Pedro etc. Esta ilusión e identificación principal es la base de todas las demás identificaciones, confusiones e ilusiones que el ego crea en nosotros.
Pero no te preocupes si al principio mientras tratas de ser consciente de la sensación de «yo soy» o «yo existo», esta sensación se mezcla con el cuerpo. En realidad, cuando tratamos de ser conscientes de nuestro cuerpo de manera voluntaria y con atención esto nos ayuda mucho a salir (desidentificar) del los pensamientos, emociones, objetos, etc., y ser conscientes de nosotros mismos. Hay que utilizar también nuestra mente inteligentemente con el fin de establecernos en el sentido de «yo soy». Poco a poco, según el tiempo que hayamos conseguido permanecer conscientes de nosotros mismos y de acuerdo con la devoción, la sinceridad y el entusiasmo que ponemos en esta práctica, la capacidad de permanecer conscientes de nosotros mismos se incrementará. Es cierto también que para desarrollar esta capacidad (de ser conciencentes de nosotros mismos) nos ayudará mucho la eliminación de las tendencias egoistas y el aumento del sattva guna en la mente.
Fíjate que es muy importante hacer todas las prácticas espirituales y todas las demás acciones diarias, en un estado de alerta y siendo conscientes de nosotros mismos. No podemos llegar a un nivel superior de consciencia si seguimos identificados con los pensamientos, las emociones, la mente y los objetos y ´olvidamos´ a nosotros mismos.

Es muy importante reconocer y ser consciente de la sensación de «yo soy», porque vamos a tener una visión más amplia y más clara acerca de nosotros, las tendencias del ego y de la vida. Si somos capaces de establecernos en ese sentido "Yo soy", entonces podemos descubrir más fácilmente los juegos del ego y comprenderlos, incluso los patrones del ego más ocultos en el subconsciente. Si estamos bien establecidos en el «yo soy», será muy difícil identificarnos con los patrones mentales y emocionales compulsivos y así podremos seguir, con mas facilidad, ser conscientes de nuestro propio ser.
Cuando en un momento inesperado nos despertemos del sueño de que somos el cuerpo y sintamos de que esta sensación de «yo soy» no pertenece al cuerpo, cuando nos demos cuenta de que no somos un cuerpo llamado ´tal y tal´ sino que somos la presencia consciente (el silencio interior), entonces seremos capaces de permanecer más fácilmente conscientes de nosotros mismos y desapegados de los movimientos de la mente y los objetos externos. Querría aquí aclarar que el despertar no es algo que podemos hacer voluntariamente, sino es algo que puede suceder cuando las condiciones son adecuadas -la mente es muy pura y preparada por las prácticas y por la gracia de Dios.

Cuando suceda el despertar toda la tensión, la agonía y la impaciencia por encontrar la verdad se desvanecerán, nos relajaremos y nuestra experiencia en el día a día  será completamente diferente. Después del despertar seremos consientes de lo que estábamos buscando desde hace mucho tiempo, de nuestra verdadera naturaleza y de nuestro verdadero Ser que es la fuente y el apoyo de nuestra existencia humana, nuestro guía y nuestro destino. La intensidad y la claridad del despertar es diferente para cada uno y el estado de consciencia después de despertar está relacionado con la cantidad de ego que se ha eliminado hasta aquel momento.
 
Fijate que nuestro trabajo interior no termina después del despertar, a menos que el ego haya sido completamente eliminado. El despertar disuelve esta actitud (propia del ego) de luchar con la vida y nos permite fluir con ella y  hacer todas las prácticas con un estado de la conciencia totalmente diferente.

El despertar es un paso decisivo en nuestro camino hacia la libertad de la mente egotista y la realización completa de que somos Conciencia Divina.

Paz, Luz y Amor